Monday, June 6, 2011

Caso práctico: Semana 14

En el viejo modelo del capitalismo cultural, la oferta se podía describir de la siguiente manera:

  • Los productos culturales eran caros de producir. Tanto su elaboración material como su la misma elaboración intelectual requerían de inversiones importantes. 
  • Todo ello conllevaba que las grandes empresas apostaran por una oferta cultural relativamente reducida. El sistema comercial no propiciaba la producción de una oferta variada de productos culturales, ya que ello conducía a pérdidas significativas.
  • Por ello, el objetivo era masificar las ventas de un único producto, con el fin de hacerlo rentable económicamente. Ello corresponde a la idea del productos estrella, los llamados best- sellers: artículos culturales que tenían detrás una inmensa maquinaria publicitaria. Tan sólo así las empresas podían obtener beneficios.
Sin embargo, con la llegada de las nuevas tecnologías este modelo ha quedado obsoleto. El nuevo método de distribución cultural se define en los siguientes términos:
  • El precio de fabricación ha descendido a unos niveles ínfimos, lo que ha abaratado enormemente los costes de producción.
  • Este abaratamiento de los costes propicia que a su vez, el productor rebaje sus precios de cara al cliente. 
  • Esta reducción provoca que el beneficio obtenido por un único item se reduzca notablemente. En este proceso capitalista, el productor está obligado a maximizar su oferta, de tal manera que el beneficio pueda aumentar por la venta de más productos.
  • Casi al mismo tiempo, el consumidor ha dejado de tener un papel pasivo para participar de una manera más activa en la relación comercial. Hoy el consumidor está saturado de publicidad, y se deja engañar menos por la propaganda económica. Sus gustos se atomizan e hiperindividualizan. El concepto de nicho de mercado ha pasado a ser un referente mucho más variable y flexible. 
  • La producción de best-sellers ya no funciona. Las últimas encuestas en España afirman que la distancia de ventas entre los artistas reconocidos y los autores menores se reducen. El gusto de los consumidores se fragmenta, o mejor dicho, deja de estar controlado por los mecanismos de publicidad dominados por el ofertante.
  • La empresa ya no es capaz de controlar al demandante: ahora debe dejarse controlar por él. Ello conlleva asumir los conceptos de la Long Tail, maximizar su oferta y fundamentar los beneficios en una plusvalía muy reducida por producto y unas ventas masivas. 

Ello es factible si tenemos en cuenta las posibilidades de las nuevas tecnologías, que se demuestran como la causa y la solución de la actual crisis del mercado cultural. Sin embargo, más importante que la disponibilidad de estas nuevas herramientas es la adquisición inteligente de los conocimientos necesarios para sacarlas el máximo provecho. Todavía hoy no podemos afirmar el haber llegado a un modelo productible en el que el consumidor y el productor queden enteramente satisfechos. El caso de Amazon resulta totalmente paradigmático de esta nueva situación: empresa puntera en la utilización de la masificación de la oferta cultura y el uso de las nuevas tecnologías, los beneficios de la empresa aún resultan muy reducidos, pese a que aumenta significativamente el volumen de negocio.

Resulta difícil predecir el futuro. De lo que estamos seguros es de que hoy vivimos una época se están produciendo un sinfín de experimentos y ensayos. En cierta manera, lo que hoy podemos ver resultan ser prototipos de un modelo aún no acabado, que cuenta con importantes defectos pero que poco a poco va mejorando.

http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/05/semana-14-distribucion-en-la-red.html

No comments:

Post a Comment